Presentación del anuario 2007

Nuevamente el anuario SAFASalto llega a cada hogar con el mensaje de un año vivido “en la oración, el trabajo y el amor” como nuestro lema nazareno nos sugiere. En Nazareth, no faltarían las dificultades, los contratiempos y las fatigas del diario acontecer. A veces quizá la rutina amagaría a instalarse como puede sucedernos también a nosotros. Pero seguramente que la armonía y la alegría serena sería como el común denominador coronadas por la alabanza y agradecimiento a Dios.

Al llegar al fin del curso escolar, creemos que nuestra fatiga no ha sido en vano porque el Señor ha bendecido de mil modos nuestros esfuerzos dándole crecimiento. Rostros felices, palabras de agradecimiento, gestos de simpatía hacen olvidar los momentos grises del año y nos permiten encontrarnos con lo mejor de nosotros mismos: nuestra vocación de educadores o padres llamados a sembrar y hacer crecer la vida en torno nuestro.

En educación no existen recetas ni fórmulas porque en definitiva cada uno posee ese don precioso dado por Dios al hombre que es la libertad y que Él respeta al máximo incluso cuando el hombre se cierra a su mensaje de amor. Pero sí creemos que un buen clima colegial puede ayudar a desarrollar y permitir crecer el gusto por el bien y el estudio, la preocupación solidaria por el otro, el descubrimiento de la vocación de servicio y en definitiva el encuentro con nuestro Amigo y Maestro, Jesús, el Señor.

Se positivamente que para algunos padres el Colegio a través de algunas de sus propuestas y no pocas veces a través de la espontaneidad y entusiasmo con que sus hijos le han transmitido lo aprendido y vivido en la catequesis o en alguna celebración, ha significado este volver a las raíces que es el reencuentro con el Dios escondido y misterioso, siempre cercano, que espera nuestra adhesión libre y total.

Nuestro lema del año, “familia y Colegio unidos crecemos en la fe” no ha sido por gracia de Dios una mera frase ocasional. Por el contrario ambientó instancias que nos permitieron crecer como “discípulos y discípulas del Señor”. A veces ha sido en medio de acontecimientos de gozo y alegría, otras en situaciones que nos hicieron experimentar la finitud y el dolor humano. También nos ha impulsado a trascender los muros del Colegio para abrirnos con sencillez nazarena a otras necesidades sociales. Así desde las pequeñas misiones llevadas a cabo por los más pequeños, la participación en campañas solidarias ciudadanas o la presencia de nuestros adolescentes en apartados sitios de campaña, han marcado el año que termina.

Al terminar mi corta estadía en esta querida comunidad SAFASalto quiero agradecer a niños y adolescentes, docentes y catequistas, auxiliares y administrativos, Hermanos y directivos así como a toda la hermosa comunidad de padres y exalumnos su apoyo constante, su comprensión, que ha sabido disimular errores y sus aportaciones para que esta obra siga siendo la obra de Dios como la quería el Hno. Gabriel. Quiera él seguir bendiciéndola por intercesión de la Sagrada Familia de Nazareth contando con la buena disposición y colaboración de todos.

Hno. Néstor Achigar,
Director General